Las mujeres y los jóvenes son una fuerza revolucionaria. Han estado en la vanguardia de muchos movimientos sociales importantes. Desempeñan un papel vital en el movimiento por el clima. Entienden la importancia de las relaciones. La sociedad es incapaz de reconocer la excelente capacidad de pensamiento y liderazgo de las mujeres y los jóvenes. Da la idea de que no son inteligentes ni poderosas. Sin embargo, su pensamiento y su comprensión de las relaciones deben estar en el centro de las soluciones climáticas. Acabar con estas opresiones es crucial para crear el movimiento masivo y de amplia base necesario para detener la degradación de nuestro medio ambiente y acabar con la emergencia climática.