El cambio climático ha tenido un impacto devastador en el Sur, Centro y Oeste de Asia: desde la subida del nivel del mar, hasta las olas de calor en Irak e India, pasando por las sequías en Asia
Central y las inundaciones en Pakistán y Bangladesh. El mayor impacto ha sido y será en los países y comunidades más pobres de estas regiones, los menos capaces de protegerse. La población de estas regiones ya está sufriendo enfermedades generalizadas y un descenso de la producción agrícola.
El cambio climático se está sintiendo en el contexto de una crisis ambiental ya prolongada que es en gran parte el resultado de las guerras en Irak, Afganistán, Pakistán, Siria y Yemen. Estas guerras ya han degradado gravemente los entornos naturales de estos países. Han arruinado las tierras agrícolas, contaminado el suelo, aumentado la desertificación, contaminado el agua, destruido el hábitat de la fauna y la flora y, por supuesto, han causado millones de muertes de civiles, así como migraciones masivas.
Es un ciclo de destrucción. La guerra acelera el cambio climático al degradar el medio ambiente. El cambio climático provoca sequías y hambrunas. Entonces, en estas condiciones, se incita fácilmente a la violencia, la guerra, la islamofobia y el racismo contra los árabes y los musulmanes. Todo esto hace más difícil la unión y el fin de la guerra y su impacto en el medio ambiente.
A pesar de todo lo anterior, la situación es esperanzadora. Es posible limitar los efectos del cambio climático y restaurar completamente el medio ambiente.
Los grandes problemas requieren grandes soluciones. Las personas del Sur, Centro y Oeste de Asia pueden desempeñar un papel clave en la búsqueda de soluciones; que no dejen atrás a ningún ser humano; que no enfrenten a un grupo contra otro; que no permitan que un grupo de personas se beneficie aprovechándose de otro; que se centren en la colaboración, no en la división; que unifiquen a más y más personas; y que se centren en acciones decisivas para mantener toda la vida. La gente también necesita ser consciente de dónde puede haberse beneficiado” de las políticas opresivas, y recuperarse de las confusiones que les han llevado a no desafiarlas.
Compromiso con Todas las formas de Vida ofrece herramientas a individuos y organizaciones para apoyar el desarrollo de estas grandes soluciones. Con estas herramientas, las personas pueden curarse de las heridas emocionales, por ejemplo, contando sus historias personales sobre cómo se han visto afectadas por lo siguiente:
• La guerra y otros tipos de violencia
• Movimientos destructivos
• La islamofobia
• Crisis de refugiados y migración
• Pobreza
• Sequías, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos
• Dependencia de los combustibles fósiles
Con la sanación viene un pensamiento más claro y perspectivas más precisas. Entonces es más posible construir un movimiento ambiental unido. Como fuerza unida, los pueblos de Sur, Central y Occidental de Asia pueden desempeñar un papel clave en el mantenimiento de toda la vida en la Tierra
