Una opresión que hace que la gente tenga miedo y sea conformista
Estamos en el medio de una emergencia climática. Es fácil sentirse insensibilizados o suponer que todos vamos a morir y no tratar de hacerse cargo de la situación. Debido a la opresión de la salud mental, la mayoría de las personas no desahogamos nuestras emociones dolorosas, incluyendo los temores y no nos hacemos cargo por completo de nuestras emociones, en lugar de eso permanecemos estancadas en nuestras dificultades. La opresión de la salud mental nos mantiene temiendo de nuestras emociones y separados de otras personas, y por lo tanto, somos menos efectivos como organizadoras y organizadores en la búsqueda de lograr cambios mayores.
Efectos de la opresión de salud mental
La opresión de la salud mental afecta a todos – y casi nadie se da cuenta. Mantiene a la gente contenida siendo “razonable” ante grandes absurdos sociales, en parte porque las personas no se dan cuenta que están siendo contenidas, o que existe tal cosa como la opresión de la salud mental. Hace que la gente tenga dudas de su pensar, razón por la cual nos sometemos a una sociedad que prioriza las ganancias y no a su gente. Hace que las personas se sientan tímidas y con temor, incapaces de tomar acción y temerosas del cambio. Convence a las personas que tienen que ser “normales” para ser exitosos, y que el ser “normal” apoya el statu quo. (Ir contra el statu quo es estar “loco/a”). Las personas que se organizan para terminar la crisis climática, que están en oposición al statu quo, pueden ser considerados como “locos/as”, y por lo tanto pueden ser desacreditados/as como que no tienen nada que decir. Hasta tener nuestras vidas destruidas por la crisis climática puede ser considerado como “normal”, “como son las cosas.”
Para hacer cambios necesarios, para acabar con la crisis ambiental, tenemos que formar conexiones con personas diferentes a nosotros, celebrar nuestras diferencias, y trabajar juntos. A través del desahogo de las emociones que mantienen nuestras angustias estancadas, podemos conectar más fácilmente con otras personas. Entonces será más fácil organizar movimientos grandes — y necesitamos movimientos grandes para retar al statu quo.
Drogas siquiátricas y el activismo
Algunas de las corporaciones más grandes del mundo son compañías de drogas. Parte de lo que hacen es vender la mayor cantidad de drogas siquiátricas que pueden. Más y más personas son su blanco y las utilizan, especialmente los jóvenes. La mayoría de las y los practicantes de la salud general recetan estas drogas siquiátricas para una variedad de quejas y malestares comunes, no nada más aquellos considerados psiquiátricos. Las y los profesionales de la salud mental y otros médicos pueden arriesgar sus licencias si no recetan estas drogas.
La mayoría de las personas no tienen idea de lo dañinas que estas drogas pueden ser físicamente. En Co-escucha (RC), muchas personas han dejado de usar estas drogas y por lo tanto han liberado su proceso natural de sanarse mediante el desahogo emocional y se encuentran en este proceso.
Estas drogas no solamente son dañinas físicamente, sino que hacen que las personas sean más calladas y menos motivadas para ser activistas. La gente también se confunde, porque no se dan cuenta que la promoción persistente de drogas es parte de una opresión mayor. Cuando ven personas abrumadas a su alrededor, pensando que están “locos” y tomando drogas siquiátricas, también pueden estar temerosas/os de “perder su mente.”
Movimiento adelante
La opresión de la salud mental nos hacer sentir miedo o tener vergüenza de sentir profundamente. Ha hecho que tengamos miedo de tener nuevos pensamientos, tomar posiciones en nuestra defensa, ser creativos, expresar ideas no populares, conectar con personas diferentes a nosotros, y más. Sin embargo, es posible superar estos miedos. Es posible recuperar la confianza en nuestra capacidad de pensar, enfrentar la crisis climática, moverse adelante y crear más confianza cada vez que enfrentamos y manejamos cada reto.