El racismo ha tenido un efecto profundamente perjudicial y divisivo para todos. Da forma y perpetúa las desigualdades de nuestra sociedad. Se ha convertido en parte de nuestras instituciones sociales. A menos que abordemos el racismo, éste se reproduce en cualquier solución que desarrollemos. Comprender y sanar los efectos del racismo es un paso necesario para crear un movimiento que pueda sostener todas las formas de vida y restaurar el medio ambiente. Lo hacemos interrumpiendo el racismo en nuestra vida cotidiana, asumiendo el liderazgo, estableciendo relaciones profundas más allá de las líneas raciales, eliminando el racismo de las instituciones de nuestras sociedades, enseñando herramientas para la recuperación del daño causado a las personas por el racismo y apoyando el trabajo de otras personas y organizaciones para acabar con el racismo..